CD. DE MÉXICO 2 DE NOVIEMBRE DE 2020.-En este periodo de la pandemia de coronavirus o COVID-19 en México, hay estados que están tomando una postura más endurecida para hacerle frente al repunte de casos. Chihuahua retornó a “semáforo rojo” lo que significa cierre de actividades; Durango también “en rojo” posterior a emitir un listado de medidas restrictivas; mientras que Nuevo León determina como estrictamente necesario el uso del cubrebocas para la población. Analistas locales y nacionales no dejan de advertir el intento autoritario que representan sus estrategias. Ahora tocó el turno a Jalisco: puso en marcha el llamado “botón de emergencia” desde el 30 de octubre y estará vigente por dos semanas lo que significan nuevas restricciones en los horarios de sectores económicos y sociales esenciales.
Los “nuevos” escenarios en los estados
- Chihuahua: se convirtió en el primer estado en retroceder en el semáforo de riesgo epidemiológico al nivel máximo (color rojo). El Consejo Estatal de Salud aprobó emitir nuevas restricciones sanitarias que incluyen Ley Seca en todo el estado durante “varias semanas”, cierre de negocios y suspender la movilidad en Ciudad Juárez a las 10 de la noche.
- Durango: el gobernador, José Rosas Aispuro, anunció “nuevas medidas drásticas” como exigir la reducción en el número de pasajeros en el transporte público; el horario permitido para la venta de bebidas alcohólicas es hasta las nueve de la noche, mientras que los domingos habrá ley seca. Este 30 de octubre también la entidad regresó a semáforo rojo.
- Nuevo León: el gobierno del estado publicó un decreto en el Periódico Oficial donde indica el uso obligatorio del cubrebocas; establece como sanción la aplicación de multas, arresto hasta por 36 horas o trabajo comunitario. Posteriormente se ha advertido la posibilidad de cancelar el llamado “Buen Fin”.
Guadalajara, un fin de semana para olvidar
En el arranque del fin de semana de Halloween y Día de Muertos, lo que era una oportunidad única para amplios sectores comerciales, en Jalisco se pusieron en marcha las medidas restrictivas obligatorias. Esto es, que se suspenden desde las 19:00 horas y hasta las 6:00 horas del día siguiente, actividades de carácter económico, además de culturales, sociales, deportivas y religiosas; también se restringió el servicio de transporte público y de plataformas de transporte individual.
El viernes 30 de octubre el caos se apoderó de buena parte de la Zona Metropolitana de Guadalajara, el corazón económico del estado. Comercios y restaurantes vieron acortados sus tiempos de operación y por tanto sus ventas; quienes necesitaban alguna compra o requerir un servicio como un retiro bancario de cajeros automáticos simplemente ya no pudieron realizarlo, más allá de cualquier nivel de urgencia.
El transporte público se vio saturado, si no es que rebasado, ante la urgencia de realizar los últimos traslados como lo marcaba la disposición. Medios locales consignaron hasta dos horas de retraso para quien esperaba algún camión. Tampoco había muchas opciones para quienes pretendieran abordar alguna unidad o taxi mediante aplicación móvil pues las limitantes también abarcaban ese sector. En suma, horas complicadas para ciudadanos, usuarios de servicios bancarios, comerciantes, empleados; así como para pequeñas, medianas y grandes empresas.
Los efectos y los escenarios por venir
“A partir de las disposiciones administrativas, de las leyes de ingresos municipales, se establecerán sanciones correspondientes; no va a haber toque de queda, pero sería una irresponsabilidad estar organizando fiestas de Día de Muertos y de Halloween”, dijo el 28 de octubre en conferencia el gobernador de la entidad, Enrique Alfaro.
Pero a la vista de lo que fueron las primeras noches del 30 y 31 de octubre, así como el 1 de noviembre, Guadalajara estaba en un virtual toque de queda. Periodistas y analistas locales no dejaron de señalar que el gobernador cree que que lo que restringe no es esencial; pero en la práctica para la gente que vive al día, dejarlo sin transporte público, es obligarlo a un confinamiento casi absoluto.
Si se revisan los sectores económicos, el impacto es cada vez más evidente. De acuerdo con Aldo de Anda, presidente de la Cámara de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) de Jalisco, la emergencia ya provocó el cierre de 5 por ciento de 34 mil 700 restaurantes , es decir, unos mil 700.
Es conveniente recordar que un experto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el doctor David Nabarro, llamó a los gobiernos a dejar de utilizar el confinamiento como principal herramienta frente a la pandemia. Explicó que no es una estrategia a largo plazo, además de resaltar los efectos “particularmente duros” que la cuarentena tiene sobre los sectores más pobres de la población.
Este escenario no deja de tener un claro matiz político, como lo indica más de un analista de la política no solo local sino nacional. Alfaro pone en marcha esta política pública (hay quien le agrega el calificativo “de ocurrencia”) para desmarcarse de las de Hugo López-Gatell, subsecretario de Promoción de la Salud, y por tanto, de las que pone en marcha el gobierno morenista de Andrés Manuel López Obrador.
Así el jalisciense se pone en línea con la de aquellos estados que con un tinte “autoritario”, dicen los expertos, ya están más en dirección a las contiendas de 2021. Con sus declaraciones y “estrategias restrictivas” pretenden desmarcarse y tener esa oferta para los electores. En el camino “se ahoga” la economía en todos sus niveles y se empeoran las condiciones de una buena parte de la población. En el aire queda confirmar si esto es efectivo para lograr el objetivo que pregonan.
tomado de politico. mx




